Clamor de Colombia por 3 100 rehenes

Clamor de Colombia por 3 100 rehenes
Cientos de miles de personas acudieron a la invitación de grupos de DD.HH. y las asociaciones de familiares de secuestrados por la guerrilla y los ‘paras’. Ampliar Imagen  Foto:AP
   
Carlos Rojas Araujo. Corresponsal en BogotáUna Colombia herida, cansada de más 40 años de violencia, se volcó ayer a las calles de casi todas las ciudades grandes de ese país. Como no sucedía en mucho tiempo, la movilización social que se registró entre la mañana y las primeras horas de la tarde se transformó en un grito de esperanza.
La jornada de protesta, convocada por los alcaldes y gobernadores de Colombia, superó todas las expectativas.
La consigna era decir ‘basta al secuestro’, uno de los rostros más crueles desde donde se describe la magnitud de un conflicto armado que ha destruido a miles de familias colombianas.
La Colombia de la última semana no es la misma de antes. La noticia de la muerte, en circunstancias aún no esclarecidas, de 11 de los 12 diputados regionales del Valle, secuestrados en el 2002 por las FARC, sacudió a una sociedad entera a la que muchos organismos no gubernamentales y sectores de la opinión pública calificaban de apática e indiferente ante desgracias como estas.
Los gestos de solidaridad y unión que la ciudadanía tuvo ayer para con los familiares de los más de 3100 secuestrados que están en manos de los grupos irregulares o de delincuentes, no se habían visto antes.
3 100
personas están actualmente secuestradas por algún grupo irregular.
La Plaza Bolívar, en el centro de Bogotá, normalmente es el escenario para marchas esporádicas y poco concurridas de gente que clama por un acuerdo humanitario entre el Gobierno y las FARC para poner fin al drama de los denominados 57 secuestrados políticos, que conforman el grupo de los canjeables.
La cara que Bogotá lució ayer al mundo era de la de una ciudad renovada y comprometida por una paz que parece no llegar. No importó si había gente a favor del despeje de dos municipios, como así lo exige las FARC, para iniciar las conversaciones. O si la consigna es no hacer más concesiones a un grupo armando que ya no cuenta con legitimidad social.
Ayer, Clara de Rojas se sintió menos sola. Muchas personas la acompañaron en su lucha para que liberen a su hija y a su pequeño nieto, nacido en cautiverio. Sus ojos se llenaban de lágrimas cada vez que veía un niño vestido con una camiseta blanca que decía: “Emmanuel, ven pronto para jugar juntos”.
El presidente Álvaro Uribe fue de los líderes políticos más entusiastas con la marcha de ayer. Antes del mediodía salió desde la Casa de Nariño hacia la Catedral para asistir a una misa en rechazo del secuestro. Aunque no fue ovacionado en la calle, la gente tampoco desautorizó su  posición de no despejar más territorios.
Era evidente que del lado del Gobierno la marcha se convirtió en un escenario propicio para promulgar esa tesis, a través de pancartas y arengan de funcionarios públicos.
Eso se evidenció también en Cali. Esa ciudad se ha convertido en el símbolo de la tragedia del secuestro, pues lo 11 diputados asesinados eran de esa localidad.
Cuando en medio de los actos cívicos Carolina Charry, hija de uno de los desafortunados legisladores, reclamó al Gobierno por no haber apurado el canje, los asistentes se molestaron insistiendo en que la culpa es de las FARC.
Solo resta por conocer cómo reaccionará este grupo armado ante el duro rechazo que recibió ayer de los colombianos.
Apoyo y protesta
Adolfo Pérez Esquivel. Premio Nobel de la PazTenemos la suma de dos violencias, pero no la resolución de los  conflictos. En el caso de la guerrilla, hay que pedirle que libere a los  prisioneros. Lo otro, es poner límites y frenar todos los grupos que son  parapoliciales y paramilitares
Me uno a la presencia y al reclamo del pueblo colombiano. Quiero enviarle  un abrazo solidario. Estoy de acuerdo en decirle basta a la violencia. Sí al  derecho al pueblo a una vida digna. Basta de tantos crímenes porque esto ya lleva más de 40 años en Colombia.
Juanes. Cantante colombianoEs muy importante que la gente esté apoyando la devolución de los cadáveres de los 11 ex diputados. Tanto los enemigos como los amigos tienen que pensar que tienen que negociar y tenemos que ceder ambos porque tenemos que encontrar una forma de llegar a la paz.
La comunidad internacional tiene que entender muy bien qué es lo que realmente pasa aquí, porque realmente no hay una visión muy clara y ven en los grupos alzados en armas una idea romántica y con un peso filosófico que tal vez en algún tiempo lo tuvieron, pero en este momento no.
Diario El Tiempo. Editorial del 5 de julio
La protesta masiva de hoy no admite oportunismos políticos. No es un plebiscito a favor de la política de seguridad democrática ni contra el Gobierno. Aquí, el dedo acusador de todo un país apunta hacia un solo responsable del dolor de una nación agobiada.
Y es posible que a las FARC les importe un bledo que millones de compatriotas les griten: ¡basta ya! Cuánto despreciarán la vida del prójimo que se resisten a devolver los cadáveres de los diputados que asesinaron a sangre fría.
Pero más temprano que tarde entenderán hasta dónde llega el rechazo de un pueblo.
http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=121650&id_seccion=5

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